Autor: Deborah Guittard
Nos invita a viajar a la profundidad de nuestras propias historias para integrarlas y descubrir el aprendizaje que cada una nos regala.
Todas sus historias son atemporales y universales; son de ella, tuyas y, quizás, mías… pero eso no es lo verdaderamente importante. Lo trascendente es la vivencia, lo que pasa en un tiempo delimitado por segundos, minutos, horas, meses y años, frente a la capacidad que podamos desarrollar para hacer de esas unidades de tiempo instantes irrepetibles y sanadores de nuestro “aquí y ahora”.
Deborah Guittard
Hablo de mí, de lo que podría resumir en historias que se convirtieron en experiencias, de mi sentir y de la pasión que me condujo a construir lo que hoy en día soy… hablo de lo que nos pasa como seres humanos y de honrar la vida tal y como es.
Nací en Offenburg-Alemania, desde pequeña viví en Caracas-Venezuela y muy joven comencé a lanzarme al mundo con dos hijos, dos matrimonios y dos ocupaciones adicionales: trabajo y estudios.
Durante mucho tiempo estuve en el mundo organizacional, sin embargo, lo que más me apasionaba era todo lo relacionado con el mundo emocional y los procesos humanos que tenían lugar en las organizaciones.
Esa sensibilidad me llevó a realizar talleres, programas y seminarios en varias partes del mundo, hasta que decidí formarme y especializarme en aquellas disciplinas que producían en mi ser un verdadero desplazamiento.
Como consecuencia de una cadena de acontecimientos, en el año 2017 elegí emigrar a Barcelona-España.
Todos estos cambios me hicieron percibir la vida como un experimento que debe ser vivido a plenitud, integrando y encontrándole sentido a todo lo que ocurre, entendiendo que, en lugar de pensar en cambiar-nos debemos pensar en amar-nos.
Comprendí que todo lo que me pasa tiene un sentido y un propósito; que es fascinante experimentar el amor a través del otro y que el amor en sí mismo es la energía que hace que todo se transforme; que el crecimiento sucede, bien, por voluntad propia cuando salimos de la comodidad que nos brindan ciertos espacios, o bien, la vida nos empuja para que logremos alcanzarlo. Es entonces cuando tenemos la posibilidad de sacar nuestras mayores fortalezas y reconocer la capacidad infinita de nuestra alquimia interna.